Ahora que el sector cultural saca músculo a base de creatividad, calidad y resiliencia sectorial, mi deseo para celebrar este atípico día internacional de la danza es que seamos capaces de reinventar la forma de llegar a nuestro público, pensar en nuevas formas que nos hagan relevantes ante la sociedad, propiciar nuevas formas de cooperación en una etapa en la que la globalización ha sido sustituida por la digitalización.

Desafortunadamente nuestro futuro, el de los espacios culturales y la danza escénica española y su difusión dependerá de la sensibilidad, compromiso y lealtad que demuestren nuestros representantes políticos con las trabajadoras y trabajadores de la cultura; sin creadores y creadoras, sin intérpretes no hay sector. Ahora más que nunca necesitamos que las programaciones de espacios públicos y privados estén llenas de compañías y producciones nacionales, que los programadores,  directores de teatros y sus ciclos y festivales protejan a las compañías españolas, en este futuro lleno de fragilidad sectorial necesitamos de su protección, porque los artistas nada tenemos que ofrecer sin espacios de exhibición, sin la confrontación con el público, sin las contrataciones.

No sabemos ni cuándo ni cómo, pero sabemos que volveremos a despertar emociones y aplausos aunque ahora cueste pensar en el regreso y celebrar.



Daniel Doña









#LADANZACUENTA

En 2020 celebramos el Día Internacional de la Danza desde una situación de confinamiento extraordinaria, con una crisis sanitaria mundial nunca antes vivida en nuestra historia contemporánea. Son tiempos difíciles para todos, también para la danza. Este 29 de abril, no podremos salir con normalidad a la calle, a los teatros, a las escuelas, a los estudios de danza… no podremos encontrarnos físicamente para bailar juntos/as. Pero desde esta situación extraordinaria, las compañías y profesionales de la danza seguimos conectadas para repensar nuestro regreso, que ya no será al mismo lugar que dejamos. Tampoco el futuro será lo que imaginábamos hace unos meses. Queremos y deseamos que sea un lugar mejor.


Vamos a poner nuestros cuerpos a trabajar y bailar para ello. Estamos convencidos/as de que la danza y el movimiento serán necesarios en la tarea que tenemos por delante como sociedad. Sabemos también que desde hoy, somos testigos del sentir de los cuerpos, individuales y colectivos. Desde este convencimiento, hemos querido recoger la memoria de los tiempos que estamos viviendo los y las profesionales de la danza. Esta página, compuesta por diversas voces de la danza, es nuestro primer gesto –a modo de coreografía colectiva– sobre el tiempo por venir, que compartimos en el Día Internacional de la Danza 2020.

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