Un día en la Danza




La imposibilidad de moverse conjuntamente en un amplio espacio, de tocar e intercambiar olores, sudores y mezclar los cuerpos que son característica de la danza, nos lleva a buscar caminos que nos permitan dar significado a nuestra existencia o por lo menos justificarla…

Aquí describo unas reflexiones a modo de danza…ya que para mi la danza nunca deja de pensar las inquietudes del presente…

“Ha sido poco a poco, como planeado…pero poco a poco….

Un determinado día todos los habitantes del planeta decidieran encerrarse.

En realidad, podría haber sido el planeta quien decide parar, por algún motivo que las personas parecían no querer entender.

En este día y durante todos los días venideros, mientras la tierra conseguía parar, las actividades de sus habitantes empezaron a ser más y extenuantes, aunque en un espacio muy, muy reducido.
Era como si les apoderara un vértigo incesante de acciones, como se estuviesen poseídos.

Mientras más se encerraban más actuaban. Algunos decían que se aburrían y querían interactuar aún más.
Mientras tanto, el planeta resurgía con una nueva atmósfera: había una belleza descomunal en las ciudades vacías.

Con el despertar de las ventanas los colibríes anunciaban su presencia junto al bello y maravilloso silencio que se esparcía en el horizonte. El sol se asomaba por la ventana, ¡era algo verdaderamente sublime!

Muchas personas queridas tuvieron que abdicar eternamente de sus acciones. Inesperadamente desaparecieron… no dejaron huella, apenas ceniza…
¡Todo Eros enfarda su Tanatos! Esta herida sellaría para siempre numerosas vidas, mientras otras, experimentarían un cambio en sus paradigmas.

Aprenderíamos a prestar más atención, a qué, significa el otro, antes que ocurriera… después de haber ocurrido.

Miras, una mano que todavía se mueve y la conjugas con otras partes de tu ser permitiendo acercarte nuevamente a tu verdadero ser, tu cuerpo, regresar a ti misma.
Una parte consigue, después de una larga angustia, repatriarse en su verdadera casa. 

Al entrar en transe consigo misma te has dado cuenta de que podrías seguir con tu baile interno y religarse. Religarse con el mundo y con los demás, sus acciones podrían cambiar de significados, podrían salir del encierro y actuar desde otro lugar…

Pero hay miedo…un humano miedo a los mismos errores, a sentirse frágil y mortal.
¿Cuántas veces más los evocaré inconsciente?, pensabas…

El cuerpo se acorta, la respiración se tensa, las articulaciones profieren pensamientos que no siempre son los más dignos.
Descendemos por las escaleras de nuestras habitaciones más íntimas y nos encontramos sin saber cómo, con los órganos vitales reconfortados.


¡Recuperaremos aliento!

¿Sabremos aplaudir en el olvido del futuro?
¿Serán nuestros héroes de ahora los mismos olvidados del pasado?

El héroe de guantes blancos, así como el héroe basurero, el transportista, ¿serán aplaudidos con la misma intensidad o volverán simplemente a la nada de antes?
El retorno, el regreso, ¿será al mismo centro?

¿Es esto a lo que deseamos volver y nada más?
¿A nuestro antaño mercantil y narcisista?


Volveremos con mucho menos peso en este bagaje de personas.
Pisadas ya sin huellas de innumerables cuerpos arrugados.
Multicolores. Cuerpos avanzados en el tiempo, sacrificados en un perverso ritual, que ¡avala un bien justificado!
Algunos hasta llegaron a creer que hacía parte de una justicia natural y divina para un equilibrio perverso.
Perverso porque no se valoraba los sacrificios en pro de los que sí tuvieron la suerte de seguir. ¡Lo vieron como algo Vintage!
La improductividad, el moverse demasiado lento o no tener los cánones apropiados de belleza:
unos ojos que poco o casi nada ven, cuya luz efímera nos revela su vida,
unos pies desafortunados con piernas poco flexibles cargadas por prótesis, todo ello les dio el pasaporte para un viaje no elegido y sin retorno.

Un billete merecido por simplemente haber vivido mucho tiempo, así lo determinábamos. Aunque la publicidad buscaba minimizar este dogma.

Nadie asomaba ya por el umbral de la puerta.

¿Serán estos los nuevos paradigmas que alegremente traeremos al nuevo mundo?

¡Lo mejor de nosotros, pero también lo peor! Eso se dice en los estados límite.
No bailamos el mismo estilo, ni con los mismos deseos.
Danzamos con diferentes calzados y distintas vestimentas.
Bajo diversas sonoridades.
Más allá de nuestras ventanas.

Encerrados, estábamos estresados e híper activos, pudiendo estar en nuestro lar interno.
Al final lo hicimos.
¿Saldríamos más temerosos o valientes?

Llegados a este punto, me viene a la mente la lengua, la lengua materna que te conecta con espacios distintos en todos los sentidos internos y externos.

Lo que conecta con lo más intimo, y si eres extranjera también te conecta con el mismo mundo exterior. Y te das cuenta, como todos, que la cosa ha ido mucho más allá de las fronteras de tu puerta.
Todo se repite exactamente igual en los cuerpos universales, los movimientos son similares así que sufriremos las mismas dificultades.
Aunque una vez más, queda evidente: el azar que es la vida. Estigmatizando tu existencia. Determinando por ti tu patria.
¡Serás o no serás dependiendo de donde hayas nacido!

El futuro nos adelantaba al tiempo una vez más.
Si todo estaba programado para la era de la digitalización y la ausencia del humano y de su hábitat natural, una vez más el Universo adelantaba el futuro. En realidad, ¿no ha sido el propio ser humano? Una vez más con su poca reflexión y respecto al entorno natural, ¿acabó llevando a sí mismo al encierre programado? ¡Anticipado!

¿Está ya la era post humana precipitándose en nuestras casas?

Algunos pensamientos justificaban una selección natural, como otras que ocurrieron en el pasado. ¿Cambio de era?
Muerte a los más frágiles, mayoría personas mayores. Muy bien justificado por las mentalidades productivistas.
Lo no productivo tiene poca o ninguna importancia.  El Arte es frágil, las artes vivas es la anciana.

Exponencial: expresión utilizada para la capacidad de aprender de la Inteligencia artificial, ahora utilizada para relatar la transmisión del posible agente de la renovación. Todo es justificado, parece que algunos sobrarían…

¿Dónde están los pensamientos supra humanos relacionados con la robótica, los materiales inteligentes y su impacto en la humanidad? Una vez más nos hemos quedado con el material de las cosas no pudiendo acompañar el futuro de forma humanitaria.

¿Característica del humano?

¡Cuerpo devastado por el encierre!  Hasta que la mano guiada por un impulso todavía humano y solidario encuentra valor para abrir la puerta…

Una mente conducida por el recuerdo de unos pies que caminaban desorbitados,
vuela con su columna hasta los brazos y abrazos ocultados en la piel casi amarilla por la ausencia de luz.

La boca vuelve a emitir el esbozo de una sonrisa, la piel siente y la transformación ha ocurrido…




Cristina  Masson - EnClaveDANZA
Madrid, Abril 27 / 2020